viernes, 27 de mayo de 2011

¿Rojo o Blanco? ¿Derecha o izquierda?

El ambiente está muy caldeado en todos lados, de pronto salen personas aparentemente educadas, que sin importarles el respeto hacia los demás, insultan o se burlan del que no piensa como ellos. Amigos que dejaron de ser amigos. Notables intelectuales que son vilmente insultados cuando hace pocos meses eran alabados.
Sin lugar a dudas los sociólogos deben estar felices porque podrán tener un tema de estudio para la posteridad.
Las elecciones presidenciales del 2011 serán recordadas no por las anécdotas de campaña,  sino por las reacciones de aquellos que dejaron salir a flote lo más recóndito del racismo peruano.
Ese que todos ocultan de dientes para afuera pero que en determinadas situaciones, como esta, sale ante el asombro de los demás.
Para la segunda vuelta, casi todos, especialmente nuestros votantes primerizos que ya habían dejado la euforia de moda, nos vimos de pronto envueltos en una marea negra en la que ninguna de las destartaladas tablas de salvación nos ofrecían seguridad, las palabras "derecha" e "izquierda" dejaron de ser direcciones para convertirse en pensamientos de los que tirios y troyanos despotricaban según el bando en que se encuentren. Y lo que más me apena: los colores "blanco" y "rojo", dejaron de ser parte de nuestra identidad como nación y pasaron a ser casi casi un símbolo del bien y el mal. Por un lado se defienden opiniones con argumentos sólidos, mientras que otros solo agreden llevados por el "dicen".

Sólo espero que la primera semana de junio cuando ya sepamos quién es el nuevo mandatario podamos volver a ver al rojo y blanco como los colores de nuestra bandera, esa de la que nos sentimos orgullosos y sobretodo poder tener la libertad para opinar sobre nuestros gustos y disgustos sin recibir el clásico "¿Y qué sabes tú para que opines así?"o cualquier otra pedrada verbal como respuesta.

Como parte final comparto esta lectura que encontré en otro blog y me pareció interesante, casi ligada a nuestra actualidad. Por supuesto, hay libertad de interpretación.
¡¡¡BIENVENIDA A LA DERECHA!!!

Una universitaria cursaba el sexto semestre de sus estudios. Como es común en los universitarios, pensaba que era de izquierda y estaba a favor de la distribución de la riqueza, que aún ella no había logrado.
Tenía vergüenza que su padre fuera de derecha y que se opusiera a los programas socialistas, proyectos de ley  que otorgaban beneficios a los que no los merecían e impuestos más altos para los que tenían mayores ingresos de dinero.  Sus honorables y objetivos profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada. Por lo anterior, un día se decidió a enfrentar a su padre. Le habló del materialismo histórico, la dialéctica de Marx,  tratándole de hacerle ver a su padre cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto como el que defendía la derecha.  En medio de la conversación su padre le pregunto:
- ¿Cómo van las clases?
- Van bien - respondió la estudiante - tengo promedio de notas de 17 puntos. Me cuesta, no tengo vida socialy duermo poco, pero lo logro.
El padre pregunta:
- ¿Y a tu amiga Soledad, cómo le ha ido? La hija respondió muy segura de sí misma:
Muy mal, Soledad tiene cero cinco de promedio. Se la pasa todo el tiempo en los centros comerciales, o anda de fiesta en fiesta, no estudia y muchas veces ni siquiera asiste a clases. No me extraña que repita el semestre.

El padre mirándola a los ojos, lo respondió:

Entonces busca al Jefe de Departamento o al Decano mismo, a quien tú quieras y pídele que le transfiera 6 de los 17 puntos tuyos a ella, para que ambas tengan un 11, esta sería una buena y democrática distribución de notas. 
Ella indignada le gritó:
¡¿Por qué?! He tenido que trabajar muy duro para lograr mi promedio, mientras que Soledad se ha limitado a no estudiar y a buscar el lado fácil de la vida.  No le pienso regalar mi trabajo a otra persona.

Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo:
"¡¡¡BIENVENIDA A LA DERECHA!!!"

Música, maestra